Dale al play antes de empezar a leer
Desde hace muchos años tengo claro, aunque a veces rehúya de pensar en ello, que tengo un único y particular don. Leyendo el título de este blog, a más de uno le entrará la tentación (y, por qué no, un arrebato de originalidad) de decir que tengo un don para las Matemáticas. Otros dirán que es este peculiar sentido del humor (negro) que tengo, que me hace reírme hasta de las que cosas que me hacen llorar.
Para los que de verdad me conozcáis, paraos un momento a pensar. Pensad en lo que hago constamente, en los relatos que escribo, en que me paso el día opinando, en lo que disfruto hablando de esto y lo otro... pero no os quedéis ahí. Cuando aprendo algo nuevo, a veces siento que me falta el tiempo para compartirlo con los demás. ¿A cuántos no os habré aburrido con curiosidades matemáticas (como ésta, ésta o esta otra), aunque muchas veces ni siquiera os apetezca escucharme? Hasta mi vida laboral tiene que ver, en cierto punto, con hablar, enseñar y compartir.
¿Que a qué me dedico? Desde hace muchos años lo tengo claro. Me dedico simplemente a contar historias...